Mira, te voy a ser sincero desde la primera línea, porque para postureo ya tienes Instagram:

Llevo más de diez años iluminando pelis, publis y series. De esas jornadas eternas donde cargas más trípodes que remordimientos y donde la única luz bonita es la de la máquina de café cuando te toca un descanso de cinco minutos.

Hasta que un día mi espalda dijo:
“Hasta aquí, figura.”

Crack.
Al suelo.
Siete meses parado, cual fresnel de tungsteno después de mil horas de rodaje.

Volví, sí. Sigo rodando porque me flipa la luz.
Pero también entendí una cosa que debería tener tatuada medio gremio:

No es normal reventarse seis o siete pelis al año.
No quiero morir debajo de un Skypanel.

Así que decidí diversificar.
No porque sea mejor que nadie, sino porque tengo la espalda más delicada que un difusor de seda a contraluz.

¿Y qué narices hago ahora?

Uso todo lo que aprendí en cine (la parte buena, no la de cargar pesos ilegales) para ayudar a gente como tú a:

Verse profesional de verdad, aunque tengas una lámpara del Ikea y un móvil de hace cuatro generaciones.
Entender la luz sin necesitar un máster ni saber qué coño es un HMI.
Evitar iluminar “a cholón”, la enfermedad más contagiosa del siglo XXI.
Contarte mejor, sin sonar a coaching barato ni a marca personal con sonrisa de dentífrico.
Hacer fotos que parezcan caras, aunque el presupuesto sea de andar por casa.

Y para eso he montado una newsletter.

Una newsletter donde:

Te cuento movidas reales de rodaje (las buenas, las malas y las que acaban con alguien diciendo “pon un poco más de vida ahí”).
Te explico luz con ejemplos que un ser humano normal puede entender.
Te enseño cómo iluminarte o hacer fotos sin sacrificar tu dignidad ni hipotecarte.
Te abro mi proceso montando esta nueva etapa para que veas cómo me equivoco, cómo lo arreglo y cómo avanzo.
Y sí, también te vendo cosas de vez en cuando, pero con humor y sin mentirte en la puta cara.

Es gratis, coño.
Y además entretiene.
Y si no entretiene, al menos te hará sentir mejor sabiendo que alguien ha cargado más focos que tú.

¿Es para ti o no?

✔ Si quieres aprender luz sin convertirte en friki de los lúmenes.

✔ Si quieres que tus fotos parezcan profesionales y no “robadas”.

✔ Si te mola el contenido honesto, directo y sin vaselina.

✔ Si eres emprendedor, creador, artista o alguien que quiere verse bien en internet.

✔ Si estás harto de los gurús que hablan como si vivieran en Los Ángeles.

✖ Si te molesta algún taco.

✖ Si iluminaste tu última foto con una farola y te pareció bien.

✖ Si te crees que la luz se arregla poniendo un LED de Amazon a 10 centímetros de tu cara.

¿Qué te llevas cuando entras a esta newsletter?

Emails que no te dan ganas de cerrar la pestaña.
Consejos que puedes aplicar mañana sin equipo caro.
Historias que te van a sonar demasiado reales.
Trucos de luz que aprendí currando con directores de foto muy buenos y clientes brasas muy malos.
Y de vez en cuando, alguna oferta para sesiones de fotos o cursos.

Todo esto sin que te cueste nada…
Bueno, sí: un correo.

Pero tranqui, no te voy a mandar spam.
Como mucho un email en el que te llame “muñeco”.

⭐ APÚNTATE AQUÍ, QUE NO MUERDE

(Esta es la parte donde debería poner una frase motivadora, pero te voy a decir la verdad:)

Déjame tu email y te mando luz, humor y aprendizaje del bueno.
De ese que te hace decir: “coño, ahora lo pillo”.

(Además, si no te gusta, te das de baja.
No me enfado. Me enfado más cuando veo un reflector mal puesto.)

👉 TU EMAIL AQUÍ ABAJO

(No me seas tímido. No te voy a pedir el DNI.)

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